Muralismo Mexicano: Volviendo a los Orígenes
El Muralismo en México ha sido de los movimientos artísticos más
importantes, iónicos y relevantes en la historia del país, debido a su carácter
único centrado completamente en México, su historia y su pueblo. Tiene su
origen en 1910, con el inicio de la revolución Mexicana, pues es este
movimiento el que inspira gran parte de los temas que se ilustran. Sin embargo,
el movimiento del muralismo mexicano no comienza formalmente hasta 1921, cuando
José Vasconcelos, tras asumir funciones como Secretario de Educación Pública, pidió
a varios artistas mexicanos que pintaran las paredes de Secretaría Nacional y
la Escuela Nacional Preparatoria con la intención de fomentar la educación utilizando
el arte como medio para erradicar el analfabetismo y satisfacer la necesidad de
un arte popular, público y revolucionario.
El Muralismo es considerado por algunos un ‘indigenismo’, pues de
cierta manera retoma temas del arte prehispánico. El arte prehispánico es
característico por que gira en torno a un sentimiento de colectividad, y
comunidad, reflejaba los ideales, anhelos y principios de la comunidad, y era
considerada una necesidad, al igual que un medio para comunicar ideas e
historias. El Muralismo retoma este ideal, pues vuelve al artista un sentido de
responsabilidad ante su nación y pueblo, siente la necesidad de rendir culto al
hombre y la vida colectiva, específicamente a las clases ignoradas, segregadas
y discriminadas: los indígenas. Son los grupos más humildes los que hacen la
revolución y luchan por ella, por esto, quedan ante el pueblo como héroes,
haciendo que los artistas quieran rendir culto a ellos, los padres de la
revolución. Hay entonces, en el arte y sociedad, un cambio muy repentino, la
sociedad, impulsados por los artistas quienes glorifican a estos personajes, pasan
de rechazar a los grupos más humildes del país, a adoptar e incluso enaltecerlos.
El Porfiriato fue un periodo completamente malinchista, se explotaba el
eurocentrismo, cualquier producto nacional era rechazado, los indígenas eran lo
más lejano al ideal que glorificaba al que aspiraba Porfirio Díaz, causando su
rechazo y discriminación. Con la caída del Porfiriato con la revolución, esto
cambia drásticamente, la sociedad comienza a honorar y aplaudir lo antes
rechazado, se comienza a construir un sentido nacionalista, donde crece un
deseo de crear un México independiente, restablecer una conciencia nacional y traer
justicia a los grupos oprimidos e ignorados. Todos estos ideales se reflejan
claramente en el arte, pues México se vuelve protagonista de todos los murales,
se plasman sus guerras, luchas y supervivencias. El arte regresa a la
mexicanidad.
Uno de los artistas más importantes y reconocidos en el movimiento
mural mexicano es Diego Rivera, y en su arte se ven reflejados los ideales y temas
anteriormente discutidos, pues es él quien cambia la imagen de los indígenas,
de ser débiles víctimas marginadas, a ser protagonistas fuertes de su propia
cotidianidad. Es en una de sus obras en donde se puede ver con mucha claridad
la idea de México como protagonista en el arte: Epopeya del Pueblo Mexicano. Este
mural de Rivera, situado en las escaleras del Palacio Nacional es un muro de
270 metros entero dedicado a plasmar la historia de México. Explora la historia
de México desde épocas precolombinas, la llegada de los españoles, la
independencia y revolución e incluso Rivera se da la libertad de plasmar un
imaginario del futuro de México.
Epopeya del Pueblo Mexicano, Diego Rivera
La escena más climática del Mural se encuentra
el centro, el muro más extenso. Esta parte se debe interpretar de abajo hacia
arriba, es así como Rivera narra la llegada de los españoles, la independencia
y la revolución, Rivera además agrega el símbolo representativo de México: un
águila devorando a una serpiente sobre un nopal. En esta sección del mural se
pueden reconocer muchos de los aspectos del muralismo mexicano anteriormente
explicados. Comenzando por el águila; símbolo de México, utilizado como escudo
de la bandera, con un origen prehispánico, la leyenda de la fundación de
Tenochtitlán. La aparición de este símbolo en la sección más importante,
impactante y visible del mural muestra el deseo de los artistas de volver, y
rendir culto a los antepasados, no es solo una referencia a la mexicanidad, es
una referencia a su origen precolombino, a las culturas que fundaron México
como tal, es una manera de darles crédito por ello, pues no está pintada como
el escudo, Rivera utilizó un estilo inspirado en el arte prehispánico.
En esta
misma área central, Rivera ilustra a estas culturas en la parte inferior, plasmándolas
así como el inicio, la base sobre la que se construyó toda una nación. Rivera
plasma el choque entre dos culturas, ilustrando las batallas entre españoles e indígenas,
mas no los muestra como una cultura conquistada, derrotada y débil, muestra a
los pueblos indígenas luchando por defender sus tierras y cultura, glorificando
así a sus antepasados, cambiando su imagen ante la sociedad. Al ilustrar la
revolución e independencia, Rivera obviamente incluye a los personajes
principales de estos movimientos, en su mural se encuentra Miguel Hidalgo, Emiliano
Zapata, Agustín Iturbide, José María Morelos, Josefa Ortiz de Domínguez, entre
otros. Sin embargo, en esta ocasión, prefiero enfocarme en los personajes que
Rivera mantiene sin rostro, volteados, dando la espalda a quien observa el
mural, o en perfil. Así es como Rivera ilustra a los luchadores anónimos de
México, todos aquellos que formaron parte de la lucha por la libertad, sus
nombres quizás no aparezcan en libros de historia, pero Rivera los reconoce. Lo
que debe de notarse, es que, a pesar de no poder ver sus rostros, estos
personajes son claramente de origen más humilde, con sus vestimentas y color de
piel, se puede intuir que estos hombres, mujeres y niños anónimos son
campesinos e indígenas. Con estas imágenes, se ve claramente la idea de
reconocer a las clases más bajas por su lucha, de plasmarlos como héroes
luchadores, liberadores de México, protagonistas en la historia y construcción de
la nación. El título del mural en si apoya esta idea, pues habla del pueblo mexicano, un conjunto, no lo divide en clases sociales, no excluye ni discrimina, habla del pueblo mexicano en su totalidad.
El Muralismo Mexicano es un movimiento artístico de extremada
importancia, pues, no solo es una etapa de gran creatividad y creación por
parte de grandes personajes del arte mexicano, también representa un cambio ideológico
en la sociedad, pues se ve claramente en el arte, el nacimiento de una sociedad
que acepta y reconoce sus orígenes.
Bibliografía
- Libros
Fondo Editorial de la Plástica Mexicana. (1960). La pintura mural de la Revolución Mexicana (1st ed.). México.
- Web
Reviejo, I. "Epopeya del pueblo mexicano": narrativa visual por Diego Rivera - Revista Feel. http://revistafeel.com.mx/feel-lifestyle/epopeya-del-pueblo-mexicano-narrativa-visual-por-diego-rivera/#
Consulado de México en Atlanta.
https://consulmex.sre.gob.mx/atlanta/index.php/component/content/article/22-asuntos-comunitarios/299-movimiento-muralista-mexicano
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